Este deporte o disciplina surgió como una necesidad, con el objetivo de utilizarse para la autodefensa, y es un producto de las artes marciales coreanas y japonesas.  No obstante, es una tradición que lleva más de medio siglo de coexistir en la formación infantil y adulta de las personas, que cuando se aprende –en esencia– se trata de inculcar una serie de valores que van más allá de la defensa personal, los golpes y el contraataque hacia un adversario.

 

En el Taekwondo siempre se enseñan algunas principios, como:

 

• La cortesía.
• La integridad moral.
• La perseverancia.
• El autocontrol.

 

Aquellos principios tienen el objetivo de dirigir la educación de los niños –y en general de quien lo practique– hacia un bien común: hacia su superación personal.

 

Los beneficios físicos que brinda, son  :

 

• Aumento de la resistencia cardiovascular.
• Mejora de la resistencia y la fuerza muscular.
• Incremento de la flexibilidad.
• Estimula la concentración.
• Mejora de la coordinación y los reflejos.
• Potencia el conocimiento del cuerpo, es decir, aumenta las habilidades y la confianza de los niños para realizar cualquier actividad.

 

Además, como muchos deportes, esta disciplina también ayuda a la mente a través de :

 

• La concentración.
• El compañerismo.
• El respeto, la honradez, la humildad y la lealtad.
• El conocimiento de otra cultura.
• La disciplina.